viernes, 4 de mayo de 2018

DEBATE

A continuación, voy a argumentar mi opinión sobre estos dos artículos:
·         “Una escuela para Juan” (Arbea y Tamarit, 1999)
·         “Modelos Educativos para una vida de calidad” (Tamarit, 2005)


Hoy en día, el incremento de casos de personas con autismo ha aumentado y con ello el número de investigaciones sobre las condiciones de estas personas siendo menos el estudio sobre las necesidades que presentan.

Actualmente, se está percibiendo un tiempo de cambio en el que se aboga por las necesidades, intereses y habilidades del alumno prestando menos atención a su patología. Es decir, trabajar en el centro partiendo de los intereses y aptitudes del alumno implicando a todos los profesionales que intervienen en su desarrollo (familia y escuela), caminando todos hacia un mismo fin. Dicho proceso debe estar basado en las necesidades que presenta el alumno y bajo el principio de inclusión y equidad educativa, respondiendo a dichas necesidades mediante una atención educativa adaptada a dichas necesidades y adoptando dicha atención especializada como un valor enriquecedor para el resto del alumnado y por tanto atendiendo en todo momento el principio de atención a la diversidad e inclusión.

Por tanto, considero que todo el alumnado, y en concreto el alumno con trastorno del espectro autista, debe recibir una respuesta educativa ajustada a sus necesidades, siendo estas necesidades consideradas un valor enriquecedor para todo el alumnado y consiguiendo con ello dicha inclusión.  Es cierto que lograr la inclusión es lo deseable por todos pero considero que para ello todavía es necesario seguir modificando y mejorando el sistema escolar para que responda a las necesidades de todos los alumnos y alumnas y no sean los alumnos quienes se sientan obligados a adaptarse al sistema escolar.

Para ajustar una correcta respuesta educativa a las necesidades que presenta nuestro alumno, es necesario conocer en profundidad al alumno y por tanto partir de sus necesidades e intereses con el fin de llevar a cabo aprendizajes significativos en los que prime su motivación y participación. Además, tal y como se argumenta en el artículo, cada persona puede avanzar si se le proporcionan los apoyos adecuados. En definitiva, son de vital importancia para la creación de entornos educativamente significativos.

A su vez, es importante partir de dichos intereses para facilitar la seguridad y continuidad en su desarrollo. Tal y como se menciona en el artículo “Una escuela para Juan”, no hay que olvidar la importancia que supone la comunicación así como las habilidades sociales y emocionales para  lograr una mayor calidad de vida y por consiguiente, lograr sus metas y favorecer el proceso de desarrollo en estos alumnos.

Por otro lado, considero que todo ello no es posible sin un cambio ya que podemos observar una serie de carencias como principalmente es la falta de visión de este alumnado como alumnos con capacidades diferentes y no como algunos con discapacidades, quizás, todo ello debido a la falta de formación del profesorado. También, sería necesario mejorar la ratio para que se tengan en cuenta la presencia de alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo en el aula y con ello conseguir una mejor atención al alumnado. Además, es importante centrarnos en las potenciar las fortalezas de cada alumno y disminuir las debilidades y por consiguiente, no priorizar los logros sino la consecución y progreso de cada alumno dentro de sus posibilidades.

Finalmente, os dejo unos enlaces sobre unos artículos que están relacionados con lo comentado anteriormente:



LECTURAS SOBRE INCLUSIÓN EDUCATIVA:
http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-educacion/articulos327/re3270810520.pdf?documentId=0901e72b812598af





VIDEO SOBRE LA INCLUSIÓN DE LAS PERSONAS NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES: