miércoles, 25 de abril de 2018

ANÁLISIS DE LA CONDUCTA




El objetivo de la actividad de hoy es analizar una conducta disruptiva que se da en el aula.
Para ello, en primer lugar es necesario llevar a cabo una recogida de información para conocer mas información sobre dicha conducta, información como;
  • Historial de la conducta: cuándo se presenta esta conducta, frecuencia...
  • Antecedentes: cómo se encuentra el alumno que realiza la conducta
  •  Topografía: la forma física que adquiere la conducta.
  •  Función: con qué fin y por qué se realiza esa conducta.
  •  Consecuencia: resultados de ésta.





CASO: Adrián es un niño de 7 años que presenta NEE asociadas a un Trastorno de Espectro Autista, TEA,  que durante una semana está teniendo una conducta disruptiva, al llegar cada mañana al colegio y entrar en el aula, tira  el bote de las ceras de la estantería de materiales de clase, al suelo.


   
Hablamos de una conducta disruptiva asociada a la utilización de objetos de forma inapropiada. Los objetos suelen tener un uso específico y limitado, por lo que dar un uso inapropiado también deberíamos incluirlo en la falta de regulación conductual. Podemos tener conductas de arrojar, golpear, dañar, romper o utilizar un objeto con una finalidad que no corresponde, como es el caso que nos ocupa con Adrián.

 
 



 

A continuación planteamos un programa de actuación para reconducir la conducta analizada anteriormente, con el fin de que ésta sea positiva.
Para ello, nos basaremos en el Apoyo Conductual Postivo, (ACP).

Lo haremos desde un enfoque proactivo, el cual se basa en la construcción de un comportamiento adecuado a las normas, mediante experiencias positivas, por lo que debemos dar oportunidades a Adrián, reforzando conductas socialmente positivas, trabajando desde la anticipación de la conducta disruptiva, por ejemplo a través del moldeamiento, al llevarle a su mesa nada más entrar, indicándole lo que vamos a hacer ese día a través de su agenda personal, basada en pictogramas de ARASAAC, así nos estaremos anticipando a que tenga la conducta disruptiva,  planteada, al no dejar que deambule por la clase y desee tirar las ceras al suelo.
Tras dicho moldeamiento nos valdremos del contrato, (ya que en otra ocasión del día a Adrián le dé por deambular, volverá a tirar las ceras), realizaremos con técnica de regulación de conducta, desde el ACP, un contrato.
Para ello, cómo sabemos lo que le gusta a Adrián jugar en la tablet, le presentaremos este contrato, que previamente habremos trabajado y elaborado de forma conjunta teniendo en cuenta estas premisas:
  • Asegurar el éxito en los primeros ejemplos
  • Premios de gran interés y decididos conjuntamente.
  • Refuerzo inmediato o a corto plazo
  •  Apoyo visual
  •  Definir la conducta en positivo y de forma clara y concreta
  •  Una norma por contrato
  •  Los premios no los debe conseguir de otra manera
  • Graduar la dificultad. El objetivo final no tiene porqué aparecer en el primer contrato
Recordar la norma regularmente y reforzar verbalmente el seguimiento de las misma.
 
A continuación mostramos el ejemplo
El contrato se basa en mostrarle cada mañana  la cartulina con los pictogramas siguientes, que indican que no tire las ceras al suelo. Si no lo hace, le dejaremos  jugar un rato  a la tablet, al finalizar la jornada de ese  día.

Este será nuestro contrato con Adrián: